viernes, 29 de abril de 2016

¿Quiere que su dieta funcione? Haga fotografías del proceso

Una imagen vale más que mil palabras. También para bajar de peso. Esto es lo que ha constatado el investigador de la Universidad de Alicante, Isaac Elías Kuzmar Daza, con los resultados obtenidos en su estudio "Aplicación de un nuevo enfoque terapéutico para el tratamiento de la obesidad".
Tras realizar un programa médico nutricional para reducción de peso donde incluía la variable imagen, mediante la toma de fotografías del cuerpo del paciente cada semana, los resultados finales concluyen que el 90% completó el estudio, ytuvieron éxito el 71,3%fracasando el 28,7%. Además, el 83,7% perdió cintura. Concluye Kuzmar, médico de profesión, cómo los pacientes responden mejor a la dieta si se tiene en cuenta la variable de la imagen.
Los datos recogidos por este investigador corresponden a la consulta de una clínica de nutrición en Barranquilla (Colombia). Kuzmar ha sido dirigido en su tesis doctoral por María Mercedes Rizo Baeza, profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Alicante, y Ernesto Cortés-Castell, profesor del Departamento de Farmacología, Pediatría y Química orgánica de la Universidad Miguel Hernández.
Cada semana se hicieron fotos de los pacientes. "Es muy gratificante el ver la pérdida de cintura", declara Mercedes Rizo. Como explica la directora de tesis, "utilizamos la variable de la imagen. La motivación más alta se logró por esta, consiguiendo que bajaran de peso los pacientes en mayor medida por la inclusión de la variable imagen".
Otro de los factores determinantes que influyó, de forma positiva, a la hora de perder peso, fue la pérdida de cintura. La directora de tesis afirma que el 83,7% perdió cintura. "Esto se debió a la imagen. Cuando tú te ves de frente y perfil y ves que mejora... esto es muy gratificante, tanto para la salud como para la imagen".

El método

La primera vez que los pacientes acudían a consulta, el investigador tomaba unas fotos de ellos; según iban mejorando con la dieta, y con asistencia de un teléfono al que podían llamar para atención, el paciente (la mayoría son mujeres) "cuando veía la foto, cómo mejoraba esa imagen, es cuando más se motivaban a adelgazar, no se nos cansaban, bajaban de peso". El que está ahí "lo que quiere es una foto", no tanto las cifras, explica la directora del estudio, asegura Rizo Baeza.
La novedad que aportó Kuzmar en esta tesis es constatar que a las consultas de Nutrición las personas venían más por la imagen que por padecer una patología de base que tuvieran que mejorar, como puede ser riesgo cardiovascular o colesterol.
El estudio se centró en personas de edades comprendidas entre los 16 y los 72 años, localizados en Barranquilla, región del Caribe, que tiene una población de3.000.000 de habitantes. La muestra total estaba formada por 271 pacientes, de los que 233 eran mujeres y 38 eran hombres, en dos grupos.
Durante dieciséis semanas consecutivas los pacientes, la mayoría eran mujeres, pasaron consulta. El médico llevó a cabo un programa médico nutricional, que incluye historia clínica informatizada y completadietas personalizadas hipocalóricas, con selección de aquellos alimentos que son de preferencia para el paciente. Las medidas utilizadas han sido las convencionales de índice de masa corporal (IMC), más la ecuación cintura-cadera. Esta última, el índice de cintura y cadera, se revela como variable importantísima >, explica Rizo. El índice de cintura y cadera es fundamental hoy en día e indica la posibilidad de poder desarrollar obesidad.
A la historia médica del individuo, que incluye conocer su parte alimentaria y el ejercicio que hace, se añadía la foto del paciente. Estas dieciséis semanas de dieta se apoyan con metodologías TICs (técnicas de informática computerizadas).
Mientras el 50% de los pacientes hacía la entrevista por teléfono, usaban estas TICs, se pesaban ellos mismos, contaban qué habían comido, qué ejercicio habían hecho y se hacían una foto que mandaban al investigador; en contraposición se situaba el grupo de pacientes presenciales, que acudió a consulta ocho semanas, y de forma salteada durante el tratamiento. El resultado es que el paciente pierde peso igual, logrando los mismos resultados en ambos grupos, el presencial y el no presencial.
"Nos debemos a la sociedad", dice Mercedes Rizo, quien apunta que "existe fracaso muy grande en tratamientos dietéticos. Con este 50% de pacientes atendidos de forma no presencial hemos demostrado que no hace falta acudir todas las semanas a consulta".
Otra de las conclusiones que llegó el estudio es que existe un sesgo de la imagen en las mujeres. Los hombres van más por enfermedad.
Para la selección de la muestra representativa el investigador hubo de excluir a cien pacientes, pues estaban en normopeso (peso normal). Originariamente, entraron 371 para emprender este estudio, pero se trató solo a 271. Los resultados finales concluyen que el 10% de los 271 no completaron el estudio; el 90% sí; tuvieron éxito el 71,3%, fracasando el 28,7%; el 83,7% perdió cintura. Cada semana se hicieron fotos de los pacientes. >, declara Mercedes Rizo.

martes, 26 de abril de 2016

Si quieres un embarazo sin diabetes, modérate con las patatas

Cuando una mujer piensa en hacer lo correcto para tener un embarazo sin problemas, probablemente tenga en cuenta tomar ácido fólico unos meses antes y luego, si se queda embarazada, llevar un estilo de vida lo más saludable posible. Sin embargo, la alimentación durante los meses previos a la gestación es tan importante como la que se toma durante los nueves meses de espera. Eso es lo que viene a ratificar un estudio que hace hincapié en la relación observada entre el consumo de patatas meses antes de la concepción y el posterior desarrollo de diabetes gestacional.
Las patatas son el tercer cultivo más consumido en todo el mundo, después del arroz y el trigo. Según explican los autores de este estudio, publicado en British Medical Journal, en EEUU en torno al 35% de las mujeres en edad reproductiva come patatas diariamente, representando el 8% de su ingesta energética diaria. Y aunque este tubérculo es una fuente de vitamina C, postasio y fibra, al contrario que otros vegetales, puede tener un efecto perjudicial sobre el metabolismo de la glucosa y la resistencia insulínica y, por tanto, un mayor riesgo de diabetes tipo 2.
Por este motivo, investigadores del Instituto Nacional de la Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver y de la Universidad de Harvard, ambos en EEUU, rastrearon a 15.632 mujeres que habían formado parte del Segundo Estudio de la Salud de las Enfermeras y que tuvieron un embarazo entre 1991 y 2001. Analizaron las patatas y otros alimentos a lo largo de cuatro años, los casos de diabetes gestacional diagnosticados y se tomaron en cuenta varios factores de riesgo vinculados a este problema metabólico como actividad física, historia familiar de diabetes, calidad global de la dieta e índice de masa corporal.
A lo largo de esos 10 años, se produjeron 21.693 embarazos de los que 854 desarrollaron diabetes gestacional. Detrás de estos casos, parece que contribuyó de manera más destacada el consumo de patatas (asadas, fritas o en puré) en comparación con otros factores de riesgo. Así, una ración de patatas a la semana (474 mL si era puré de patatas, asadas o hervidas o 226 gramos de patatas fritas)aumentó un 21% el riesgo de desarrollar diabetes, entre dos y cuatro raciones, un 34% y más de cinco raciones a la semana, un 62%. Sin embargo, al sustituir dos raciones de patatas a la semana por otras tantas de verduras, legumbres o cereales integrales se redujo ese riesgo entre un 9% y un 12%.
"Las patatas son ampliamente consumidas en todo el mundo. Comprender la asociación entre su consumo y el riesgo de diabetes mellitus gestacional, una complicación frecuente del embarazo que tiene impacto en la salud de la mujer y del hijo, tiene importantes repercusiones en la salud pública y en la clínica", explican los investigadores.
Como explica este trabajo, las patatas se absorben rápidamente después de ingerirlas, lo que hace que se libere una gran cantidad de glucosa en sangre y se genere una disfunción o agotamiento de las células beta, productoras de insulina, lo que implica el desarrollo de diabetes.
La doctora Rebeca Reyes, coordinadora del Grupo de trabajo de Diabetes Mellitus de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, asegura que los resultados son interesantes ("y confirman datos de estudios previos"), aunque es cauta a la hora de establecer recomendaciones concretas hasta que estas conclusiones sean confirmadas en nuevas investigaciones. "En base a estos datos, no puede establecerse una cantidad de consumo idónea" para mujeres que quieran quedarse embarazadas o que ya lo estén, reconoce.

Pescado durante el embarazo

Pero la ciencia no sólo está demostrando el efecto de la dieta sobre la mujer y un posterior embarazo, sino también de lo que toma a lo largo de la gestación y su acción sobre el desarrallo neurológico del hijo. Un estudio, realizado por investigadores españoles y publicado recientemente en la revista American Journal of Epidemiology, muestra que el consumo de pescado durante el embarazo presenta un beneficio sobre el desarrollo neuropsicológico de los niños.
A esta conclusión llegaron tras analizar los datos, recogidos entre 2004 y 2008, de 1.589 mujeres españolas durante su embarazo y de sus hijos (1.892 niños) a los 14 meses y cinco años. Se evaluó en consumo de varios tipos de pescado que se agruparon en los siguientes grupos: azul pequeño, azul grande, blanco, marisco y todos. Y lo que se constató es que el grupo que mayor beneficio aportaba era el del pescado azul grande, seguido por el blanco y el azul pequeño.
Como explica Jordi Julvez, investigador Miguel Servet del Centro de Investigación en Epidemiología Medioambiental (CREAL), "hay varias cosas que nos han sorprendido en este estudio. Una es que el consumo de pescado tiene un efecto positivo en la escala de síntomas del espectro autismo, es decir que los hijos de aquellas madres que comieron más pescado presentaron menos síntomas en esta escala, algo que fue significativo pero que no significa un diagnóstico".
Otro de los resultados no esperados fue que "no vimos ningún efecto negativo por un elevado consumo de pescado. Las guías americanas recomiendan no tomar ciertos tipos de pescado, por ejemplo el atún rojo, porque son peces grandes que acumulan más metales pesados como el mercurio. Sin embargo, nosotros no vimos ningún problema por una ingesta elevada de peces grandes, todo lo contrario. Parece que el efecto positivo del pescado contrarresta al negativo del mercurio. Sí que comprobamos que hay un tema de saturación, es decir, quetomar 600 gramos de pescado a la semana es igual de bueno que ingerir 800 gramos, que supondría unas tres o cuatro raciones semanales".
Parece que el momento en el que se toma pescado durante el embarazo también influye. "Aunque vemos el mismo patrón, parece que el consumo durante el primer trimestre puede tener un impacto mayor que en la semana 32, quizás haya una ventana de sensibilidad en las primeras semanas que es de hecho cuando se está formando el tubo neural", señala Julvez.
La explicación biológica que está detrás de ese efecto positivo del pescado en el desarrollo neurocognitivo de los hijos es el efecto de los ácidos grasos omega 3, concretamente del ácido docosahexaenoico (DHA), que forman parte de los tejidos y son fundamentales para la síntesis de las membranas celulares.

sábado, 23 de abril de 2016

La alergia a los alimentos tiene su marca desde el nacimiento

Los niños con alergia a ciertos alimentos tienen ya desde el momento de nacer uncierto patrón inmune, como demuestra el análisis de sus células inmunológicas en el cordón umbilical llevado a cabo por investigadores australianos.
Como publican esta semana en el último número de la revista Science Traslational Medicine, las células inmunes de estos niños están hiperactivadas desde el mismo momento de nacer, un hallazgo que podría abrir la puerta a posibles tratamientos en el futuro.
Los investigadores Yuxia Zhang y Len Harrison, de las universidades de Guangzhou (China) y Melbourne (Australia) respectivamente, analizaron el cordón umbilical de más de 1.074 niños nacidos en el hospital australiano de Geelong, y posteriormente siguieron la evolución de estos mismos pequeños durante su primer año de vida.
Como explican los científicos, aquellos que desarrollaron alergia a alimentos como la leche, los cacahuetes, los huevos y otros alimentos, mostraban ya desde el momento de nacer un cierto patrón inmunológico, caracterizado por una hiperestimulación de algunas de las células de su sistema inmune.
Concretamente, explican, estos pequeños tenían mayor número de monocitos y menos células T (otra pieza clave del sistema defensivo del organismo). La sobreactivación de los monocitos (un tipo de glóbulos blancos), se tradujo en la liberación de un gran número de moléculas inflamatorias, como las citoquinas.
Como explica a EL MUNDO Yuxia Zhang, hasta ahora ya se sabía que los niños con alergia tenían un marcado perfil proinflamatorio en el momento del nacimiento, "pero nosotros hemos descrito cómo este fenómeno puede causar una reacción alérgica a través de las células T".
A pesar de que sugieren que contrarrestar esta cascada de inflamación con fármacos antiinflamatorios podría abrir una puerta al tratamiento de la alergia alimentaria en la infancia, los propios investigadores reconocen que no se sabe, por ahora, el mecanismo que gobierna este problema.
El doctor Luis Echeverría, coordinador del Grupo de Trabajo de Alergias Alimentarias de la Sociedad Española de Alergología (SEAIC), está de acuerdo en que no es la primera vez que se relaciona un estado muy inflamatorio con la aparición de sensibilidad a ciertos alimentos. Sin embargo, aunque se trata de una investigación muy básica, "con métodos experimentales de alto nivel", es importante en la medida en que abre la puerta a identificar marcadores de riesgode alergias alimentarias. "Ya no sólo tratarlas con medicamentos que alteren las citoquinas [como sugieren los autores], sino intentar prevenirla precozmente, identificando a esos sujetos de riesgo desde el nacimiento".
El estudio (que analizó las células de cordón umbilical tanto en el momento de nacer como congeladas posteriormente) no analizó, por ejemplo, si este mecanismo era diferente en función del origen del niño, porque se sabe, por ejemplo, que crecer en un entorno rural o cerca de animales tiene un efecto positivo en la reducción de la incidencia de alergias.
Por eso, añade Zhang, el siguiente paso de los investigadores es examinar si los menores con alergias a alimentos "tienen un fenotipo sobrerreactivo en el momento de nacer tanto desde el punto de vista genético como medioambiental".
A juicio de Echevarría, sin embargo, las principales líneas de investigación en torno a la alergia a alimentos no van, sin embargo, por esta línea, sino por el papel que pueda tener una introducción precoz en la dieta de determinados alimentos muy alergénicos, como los cacahuetes o el huevo. "Algunos grandes estudios en esta línea, como uno reciente publicado en The Lancet, empiezan a cambiar las guías alimentarias, porque empezamos a ver que la introducción temprana de estos alimentos se asocia con una menor incidencia de alergias", concluye.

miércoles, 20 de abril de 2016

El chicle antiestrés que ayuda a concentrarse

Ya con anterioridad, filósofos de la antigua Grecia animaban a sus alumnos a mascar chicle. Fomentaba el razonamiento, decían. Hoy, L.A. Fuel Supreme Energy Gum es el primer chicle que favorece la concentración del estudiante y evita su cansancio hasta cuatro horas gracias a parte de su fórmula: 100mg de cafeína y 25 de taurina, que actúa como neurotransmisor.
Según muestran estudios publicados, son muchos los motivos por los que las personas compran y mastican chicles. Desde mejorar la higiene bucodental hasta aliviar la ansiedad y mejorar la concentración. L.A Fuel gum nació hace 6 años en la ciudad de Los Ángeles, como ya descubre su nombre. «Ya había chicles que transmitían energía pero no había una marca fuerte para el gran público. Así que eso impulsó a crear L.A FUEL gum». Las fuerzas de seguridad fueron los primeros en beneficiarse de los efectos de este chicle y hace dos años el producto llegó a manos del gran público. «Se tuvo que cambiar la fórmula para adaptar el chicle a los gustos de un público más exigente. Los soldados toman lo que se les suministra. El gran público tiene muchas opciones de elegir entre más productos», comenta la CEO de L.A FUEL, Roselyne Chane.
El chicle es energético y funciona por absorción sublingual. El primer efecto estimulante transcurre en cinco minutos y el efecto total se consigue en 15. «Cuando tomas un café o una bebida energética la cafeína tarda media hora aproximadamente en hacer efecto dado que debes ingerir el producto y, después, hacer la digestión. En el caso de este chicle, la absorción sublingual permite asimilar los ingredientes de manera más rápida y, en consecuencia, el efecto es también más veloz», aclara la CEO. A su vez, este efecto dura hasta 3 y 4 horas.
Chane asegura que «los chicles con propiedades parecidas presentan una fórmula en la que, o bien usan 25mg de cafeína, o bien 50 por chicle. Nosotros usamos 100mg dado que, según la Organización Mundial de la Salud -OMS-, la acción de la cafeína para mejor la concentración y el rendimiento intelectual empieza a partir de 75mg».
Los 100mg de cafeína que L.A FUEL gum emplea equivale a cafés solos. Por eso se recomienda un máximo de dos chicles al día, sin incluir a personas que tienen sensibilidad extrema a la cafeína, problemas cardíacos o mujeres embarazadas. La CEO explica la función de los gramos de taurina: «Los 25mg es la dosis necesaria de asimilación los 100mg de cafeína. La taurina como neurotransmisor transporta la cafeína rápido a tus neuronas. Esta substancia tiene mala prensa pero no necesariamente equivale a taquicardias. De hecho, es un aminoácido que tu propio cuerpo fabrica y que encontramos incluso en la leche materna».
Este chicle ha sido galardonado en Francia como Producto del Año 2016 en la categoría de chicles funcionales y en España, en la categoría de productos energéticos. «Ha pasado unos controles de seguridad y hemos obtenido el certificado antidopaje. Se pueden comprar en las farmacias», añade Chane.
Aunque este producto nació en Los Ángeles todavía no tiene mucha fuerza en el mercado americano. «Tenemos que trabajar más sobre su distribución», puntualiza la CEO. Sigue: «En Europa también tenemos que mejorarla pero ya hay países donde está teniendo éxito como Francia y España». No obstante, sus principales mercados siguen siendo África y Asia. Así lo argumenta la directora ejecutiva: «El mercado musulmán halal de estas zonas utilizan productos energéticos como el nuestro debido a la prohibición de bebidas alcohólicas».
El chicle que prolonga la concentración llegó al mercado español en el verano del 2015. De momento, no obstante, parece que no sólo ellos actúan como revulsivo:han pactado un acuerdo de distribución con el grupo Apex. «Es una gran oportunidad para L.A Fuel, ya que es una empresa que llega a más de 25.000 puntos de venta sólo en España. Europa, Sudamérica y América Central son nuestros objetivos», concluye Chane.

domingo, 17 de abril de 2016

Fruta y verdura más baratas, corazón más sano

Reducir el coste en un 10% de los alimentos saludables, tales como las frutas y las verduras, y por el contrario, incrementar otro 10% el de las comidas menos recomendables, como las bebidas azucaradas, ayudaría a prevenir un importante número de fallecimientos causados por infartos e ictus. De hecho, según los expertos,esta doble medida parece que podría ser más efectiva que cualquiera de las campañas desarrolladas en los últimos 15 años. Así lo afirma un estudio que se acaba de presentar en el congreso científico sobre Epidemiología y estilos de vida de la Asociación Americana del Corazón.
Un grupo de científicos de la Escuela Friedman de Ciencias y Políticas de la Nutrición en la Universidad Tufts de Boston (EEUU) y la Facultad de Medicina de Harvard utilizaron modelos informáticos para predecir cómo varios cambios en los precios podrían afectar en los hábitos alimenticios y, en consecuencia, en la merma de las enfermedades cardiovasculares.
Según los resultados, de aquí a 2030, la reducción del coste de los alimentos más saludables se traduciría en una tasa de mortalidad por enfermedades cardiovasculares un 1% menor, lo que significaría entre 64.000 y 69.000 muertes menos por estas causas. Cuando el modelo predictivo 'jugaba' con una caída de precios del 20%, el número de fallecimientos desciende en un 2% y si era del 30%, en un 2,6%, es decir, entre 191.000 y 205.000.
Para comparar, apuntan los autores de este trabajo, una campaña que promocione el consumo de frutas y verduras en los medios de comunicación durante un año es capaz de reducir la tasa de mortalidad cardiovascular en un 0,1%, o lo que es lo mismo, entre 7.500 y 8.300 muertes. Las estimaciones indican que una campaña de estas características que se prolongue 15 años podría disminuir el número de fallecimientos en un 0,3% (entre 22.800 y 24.800 muertes).
En definitiva, la campaña informativa sería un 35% menos eficaz que la reducción de los precios para la prevención de la mortalidad por enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares.

Alimentos más caros

Por otro lado, el aumento del precio de otros alimentos que, por el contrario, son menos saludables, por ejemplo, las bebidas azucaradas, también tiene una influencia muy positiva en la salud cardiovascular de la población. En un periodo de cinco años, aumentar el coste de este tipo de productos en un 10% supone un descenso de las enfermedades del corazón y los ictus en casi un 0,1%. En un plazo de 20 años, un 0,12%. Concretamente, los ataques al corazón podrían disminuir en un 0,25% en ambos marcos temporales y los accidentes cerebrovasculares mermarían en un 0,17% en dos décadas. Además, la diabetes también caería en un 0,2% en cinco años y en un 0,7% en 20 años.
En conjunto, el modelo informático demuestra que para el año 2035 sería posible prevenir 515.000 muertes por enfermedades carviovasculares y cerca de 675.000 eventos tales como infartos e ictus en Estados Unidos. "Un cambio en la dieta puede ser un reto, pero si se logra a través de la elección personal o cambios en el mercado, puede tener un efecto profundo en su salud cardiovascular", señala Thomas Gaziano, médico, profesor de Salud Pública en Harvard (Boston) y uno de los autores de esta investigación.
Estas dos medidas no sólo mejoran la salud del corazón, también modifican los hábitos alimenticios, el estilo de vida. Datos como estos avalan políticas dirigidas directamente a los precios. "Nuestros hallazgos apoyan la necesidad de aplicar más o menos impuestos a los alimentos en función de lo saludables que son", sentencia otro de los expertos de este análisis, Dariush Mozaffarian, médico y decano de la Gerald J. Dorothy R. Friedman y la Escuela de Nutrición y Ciencias Políticas en la Universidad de Tufts.
Varios estados del país norteamericano han tenido en cuenta ya en sus políticas estas conclusiones, aplicando impuestos especiales sobre las bebidas azucaradas y eliminándolos de la fruta o la verdura. "La mala alimentación contribuye de manera importante en la enfermedad cardiovascular, que es la principal causa de muerte en EEUU. Por lo tanto, los gobiernos deben implementar políticas eficaces para hacer frente a esta carga cada vez mayor", recalca Jonathan Pearson-Stuttard, investigador principal y miembro clínico y académico de Salud Pública en el Imperial College de Londres.
El interior de una nevera con frutas y verduras.

jueves, 14 de abril de 2016

Dieta rica en hierro

DIETA RICA EN Fe, Ca, FIBRA Y PROTEINAS        2000  Kcal       17-18% P
  30-35% G
  50-55% HC
DESAYUNO:
-          1 vaso (200ml) de Leche vegetal (tipo flora)
-          1 cucharadita de azúcar (10g)
-          Elegir entre:  1 magdalena (40g) ó 5 galletas (50g)
                               
MERIENDA: Elegir entre:

§ 1 vaso de leche vegetal y ciruelas secas
§ 1 yogur natural con fruta y ciruelas secas.
§Natillas o flan.

RESOPON:Elegir entre:
§ 1 flan de vainilla ó natillas ó 1 yogur natural con fruta ó 2 - 3 ciruelas.

COMIDA Y CENA :Conviene respetar las combinaciones que indicamos a continuación:


LUNES:
Comida:
§Lentejas con arroz ( 70g lentejas, 20g arroz, 30 g jamón serrano, sofrito)
§Ensalada (50g lechuga, 50 g tomate, 10g aceite de oliva)
§1 Naranja
§40g Pan trigo integral.
Cena:
§Hervido de acelga (1 patata, 200g acelgas, 10g aceite de oliva)
§Mero con berenjena al horno (200g mero, 150g berenjena, 5g aceite de oliva)
§2 Kiwis
§40g Pan de trigo integral

MARTES:
§Macarrones con atún y queso (70g pasta, 50g atún en lata, 50g cebolla, 50g  tomate frito, 20g queso)
§1 Manzana
§40g Pan trigo integral.
Cena:
§Espinacas rehogadas (100g espinacas, ajos tiernos, 10 g aceite)
§Pechuga pollo ( 150g pollo, 10g aceite de oliva)
§1 pera
§40g Pan de trigo integral

MIÉRCOLES:
Comida:
§Sopa de pescado (50g fideos, 30g mejillón, 60g calamar, sofrito)
§Hígado de pollo con ajos tiernos (100g hígado, 10g ajos tiernos, 10g aceite)
§1 Plátano
§40g Pan trigo integral.
Cena:
§Tortilla con  habas (1 huevo, 100g habas, 10g aceite)
§30 g jamón York y 50 g de queso manchego
§100g Piña
§40g Pan de trigo integral
JUEVES

Comida

§Guisado de patata y ternera (100g ternera, 200g patata, 50g zanahoria, sofrito,, 100g judía tierna, 10g aceite de oliva)
§1 Manzana
§40g Pan trigo integral.
Cena:
§Asado de verduras( 150g berenjena, 150g pimiento, 150g tomate, 10 g aceite)
§Merluza rebozada (150g merluza, harina)
§1 Naranja
§40g Pan de trigo integral

VIERNES:

Comida

§Arroz con acelgas ( 80g arroz, 100g de acelgas, 20g judías, sofrito )
§Ensalada ( 100 g de lechuga, 60 g de tomate, 10 g de aceite, 40g bacalao)
§1 Naranja
§40g Pan trigo integral.
Cena:
§Hervido de judías ( 100g patata, 100g judías, 50g cebolla, 15 g de aceite)
§Entremeses ( 20 g de jamón york, 20 g de jamón serrano, 30 g de queso)
§2 kiwis ( 100 g )
§40g Pan de trigo integral

SABADO:

Comida

§Lentejas con jamón ( 80 g de lentejas, 20 g de jamón, sofrito)
§Ensalada ( 50 g de lechuga, 50 g de tomate, 20 g de espárragos, 10 g de aceite, 50 g de queso fresco)
§1 Pera
§40g Pan trigo integral.
Cena:
§Tortilla de espinacas (1 huevo, 150 g de espinacas, 10 de aceite)
§Croquetas ( 3 ó 4 unidades) y queso fresco ( 100 g).
§2 Mandarinas ( 100 g)
§40g Pan de trigo integral

DOMINGO:

Comida

§Paella ( 60 g de arroz, 50 g de pollo, 50 g de hígado, 50 g de tomate, 40 g de judías, 40 g de garrofón, 5 g de aceite)
§Ensalada ( 50g de lechuga, 100 g de tomate, 50 de cebolla, 10 g de aceite, 30 g de atún)
§1 Naranja
§40g Pan trigo integral.
Cena:
§Hervido de judías ( 1patata mediana, 80 g de judías tiernas, 50 g de cebolla tierna, 10 g de aceite
§Boquerón ó sardina rebozado ( 125 g de boquerón que son 5 unidades , harina y huevo para rebozar, 10 g de aceite)
§1 Manzana

§40g Pan de trigo integral

Las bondades de la grasa 'bronceada'

Jano es ese dios de la mitología romana que tenía dos caras mirando en direcciones opuestas. A este dios se le han otorgado muchos atributos relacionados con la dualidad, y si echamos la vista atrás (emulando una de sus caras) a la historia de la exploración científica, deberíamos entronizarlo también como el dios de la investigación (sobre todo nutricional). ¿Qué otro dios podría respaldar que lo que ayer era bueno hoy es malo o que lo que ayer era verdad hoy ya no lo es?
Acordémonos del colesterol, que saltó a la fama con la maldición de ser el responsable máximo de las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, hoy en día hablamos del colesterol 'bueno' y del colesterol 'malo'. Igualmente hablábamos recientemente en esta sección de cómo las grasas alimentarias ya no tenían el estigma generalizado de antaño y que las había malas (trans), menos buenas (saturadas) y buenas (monoinsaturadas y poliinsaturadas).
En los últimos días, Jano ha amparado también otro tipo de grasa, la corporal, esa que en la sociedad actual muchos vamos acumulando de una manera excesiva e indeseada. Una grasa que en el pasado remoto de la especie humana era, por el contrario, necesaria e incluso venerada ya que podía ser la diferencia entre la supervivencia y la muerte en los tiempos de hambruna.
Esa grasa, sabemos ahora, también viene en dos 'sabores' o mejor diríamos 'colores'. La menos buena, o grasa blanca, que sirve de almacén de energía; y la buena que es la grasa marrón (o parda) que consume energía. En nuestra especie, la primera es la más común y la segunda se pensaba que sólo existía en los bebés, pero más recientemente se ha demostrado que también existe en los adultos, sobre todo en la zona profunda del cuello y sus alrededores.
Por lo tanto, en esa lucha enconada contra la obesidad, la parda es nuestra aliada y la blanca, nuestra enemiga. Lo que está claro es que en los humanos las fuerzas enemigas arrasan numéricamente a las aliadas y así lo demuestra el hecho de que cada vez estamos perdiendo más y más terreno a la obesidad. Basados en estos conocimientos, existe un gran interés por ver si podemos hacer cambiar de chaqueta al enemigo y ponerlo de nuestra parte, es decir, por convertir la grasa blanca en parda y que, desde su nuevo bando, contribuya a 'quemar' los excesos de la primera.
En los últimos años, se han ido filtrando en la prensa científica informes positivos acerca de defecciones del campo blanco al pardo, pero en los últimos días la evidencia generada por científicos del Instituto de Alimentación, Nutrición y Salud de Zúrich, recogida en la revista 'Nature Cell Biology', ha sido más convincente que nunca. Aunque, como ocurre frecuentemente, el trabajo se ha llevado a cabo en ratones y su éxito en humanos se ignora por ahora.
A este respecto, ya se había observado y demostrado que los humanos (como los ratones) somos capaces de adaptarnos al frío produciendo células grasas pardas dentro del tejido adiposo blanco. Pero se pensaba que este proceso era exclusivo de unas pocas células especiales que estaban capacitadas para tal transformación y que desaparecían cuando no eran ya necesarias. Lo que estos investigadores han demostrado por primera vez es que las células grasas blancas pueden convertirse en pardas y viceversa dependiendo de la temperatura del medioambiente. Es decir, las blancas se transforman en pardas a bajas temperaturas y éstas revierten a blancas cuando la temperatura retorna a niveles más altos.
Ante tal descubrimiento, la cura de la obesidad parece obvia: emigrar todos a los polos (ecológicamente no muy recomendable) o transformar nuestros dormitorios en neveras (poco atractivo porque no conseguiríamos el propósito buscado si nos cubrimos con múltiples mantas). Por lo que estas sugerencias tendrían un éxito similar en la lucha contra la obesidad al que han tenido otras soluciones previamente predicadas. Por lo tanto, el reto está en desvelar los mecanismos moleculares responsables de esta 'inter-conversión' que nos permitandescubrir recomendaciones y terapias más exitosas y llevaderas a través de la alimentación o incluso de la farmacología.
Quizá esto sea también un acicate inesperado para que nos tomemos más en serio lo del calentamiento global y así matar (con perdón) dos pájaros de un tiro. Imaginemos lo que ocurriría con las ya apocalípticas predicciones de obesidad mundial si les aplicamos la corrección al alza de unos grados más en la temperatura ambiente que, obviamente, entorpecerían cualquier interés de la grasa blanca en transformarse en parda.
En resumen, al igual que no estamos predeterminados genéticamente a ser obesos, nuestras células grasas blancas no parecen estar exclusivamente y únicamente dedicadas a almacenar energía sino que, en su momento y dado el estímulo adecuado, pueden cambiar su papel para convertirse en consumidoras de energía. El reto es conseguir esa transformación de una manera racional y controlada para contribuir a la lucha contra la obesidad con más armamento del que ya tenemos (pero no usamos) que es comer sano y movernos más.
Una máscara africana con la representación del dios Jano.| EM